Por dentro

La millonaria pelea entre Samsung y los ex dueños del Bravissimo

La gigante tecnológica coreana acusa a su distribuidor local Touchsmart, controlada por los ex dueños de la fallida heladería, de deberle más de US$ 7,5 millones. La llevaron a la justicia, hay un arbitraje y ahora un interventor define el futuro de la compañía.

Por: Fernando Vega | Publicado: Sábado 6 de marzo de 2021 a las 08:00 hrs.
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Primero fue el estadillo social y después la pandemia. Pero los problemas financieros de Touchsmart, la cadena de productos tecnológicos relacionada a Alimentos La Creme, ex dueña también de la heladería Bravissimo, se arrastraban desde antes. Hoy la empresa está intervenida, sus locales cerrados y en la justicia se tramita una serie de arbitrajes y recursos judiciales entre Touchsmart y Samsung, por una deuda que superaría ya los US$ 7,5 milllones.

En diciembre de 2020, la multinacional coreana acudió al Séptimo Juzgado Civil de Santiago en contra de Comercial Touchsmart Electronics Ltda. y su empresa relacionada Alimentos La Creme Ltda., pidiendo una serie de medidas precautorias como el nombramiento de un interventor y la retención de cuentas, propiedades e inventarios.

Al mismo tiempo, Touchsmart iniciaba en la Cámara de Comercio un proceso de arbitraje en contra de Samsung por diversos incumplimientos a los contratos de distribución con los dueños del retailer chileno, Guillermo Prieto Moreno y Mario Lasen de Solminihac.

Esta semana el interventor, José Aicón, informó al Tribunal que ya estaba trabajando en la revisión de cuentas y estado de la firma, que en su momento llegó a ser unas de las cadenas especialistas en tecnología más relevantes del mercado. También esta semana los dueños de Touchsmart volvieron a pedir que les levantaran las medidas precautorias porque han afectado considerablemente su negocio, al punto de poner “en peligro su subsistencia”. Pero el proceso sigue.

Guillermo Prieto Moreno además es representante de Marley Retail S.p.A. y Dotlife S.p.A, dos sociedades sobre las que Samsung pide especial atención. A fines de enero pasado, Bravíssimo cerró sus puertas tras pedir su quiebra.

La deuda total

Los problemas entre Touchsmart y Samsung se desataron a mediados de 2019. La firma coreana que proveía de teléfonos, tablets y otros equipos de alta tecnología llevaba varios meses exigiendo el pago de facturas atrasadas, por lo que a fines de ese año invocó una cláusula del Contrato de Distribución firmado entre ambas en 2015 y que le permitía iniciar una auditoría.

La consultora J&A fue encargada de la evaluación financiera y contable, donde según Samsung, se toparon con “hallazgos francamente preocupantes”: la información de algunos períodos no estaba depurada, por lo que se podían confundir los gastos con las otras sociedades de Prieto; Touchsmart había cobrado seguros por equipos Samsung robados y mantenía en bodega productos que estaban en riesgo de obsolescencia. “No es posible otorgar un grado de seguridad a la información financiera contable que se desprende de los estados financieros de Touchsmart al 31 de diciembre de 2018”, indica el informe.

Samsung se queja de que los chilenos ni siquiera tenían tan claras sus cuentas. Según un mail del área de Administración y Finanzas, la deuda al 30 de junio de 2020 de Touchsmart con Samsung era de $6.190.018.607, una diferencia de más de $ 600 millones respecto de lo que cobraban los coreanos.

La venta de bodega

 Un punto especial en el conflicto tuvo el anuncio de la venta de bodega para el 14 de diciembre de 2020. A través de su sitio tiendasmart.cl, la firma chilena anunció importantes rebajas en productos, varios de la marca Samsung, pero la coreana lo paró en seco por considerar que se alejaba de todos sus estándares: productos sin cajas o accesorios, sin servicio técnico, ni garantía, cero posibilidades de cambio o atención de posventa. “El comportamiento de Touchsmart refleja no solamente una dificultad para cumplir sus compromisos con Samsung. Da cuenta también de una administración descuidada, que mantiene contabilidades incompletas y sometidas a principios y normas contables que llevan buen tiempo derogadas, que almacena importantes volúmenes de inventario de varios años (con riesgo de obsolescencia), que no es capaz de explicar varias partidas de su contabilidad al ser auditada, etc.”, se lee en la solicitud judicial de Cristóbal Eyzaguirre, abogado de Samsung.

“Actitudes abusivas”

Junto con alegar que las medidas precautorias no cumplen con los requisitos legales, Touchsmart acusa a Samsung de actitudes abusivas y posición dominante en el negocio de la distribución. La firma chilena sostiene que la gigante tecnológica se ha aprovechado de su poderío para imponer condiciones que afectan a todos sus distribuidores, por lo que prácticamente han terminado atados de manos.

Touchsmart inició un proceso árbitral ante el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago, para declarar el incumplimiento del contrato por parte de Samsung y la indemnización de los perjuicios, producto de diversos incumplimientos, como en los márgenes de ganancias por las ventas, sugeridos en el contrato.

“Se hizo palpable la deformación contractual impuesta por Samsung con sus distribuidores, al obligar a comprar productos por parte de estos últimos, sobrepasando los índices de mercado y financieros, con lo cual el crecimiento exponencial y desmedido de la línea de crédito del distribuidor con Samsung superó lo comercial y financieramente abordable, y por cierto, los incentivos perversos y controlados de forma unilateral que mantenían un negocio únicamente provechoso para la marca, y ciertamente perjudicial para Touchsmart, dejando al distribuidor sin caja ni flujo para seguir funcionando, y con un sobre stock de inventario con baja o nada de rotación”,  se lee en la presentación judicial de Tomás Contreras, abogado de Touchsmart.

Y cita como antecedente la demanda presentada a fines del año pasado por Arch, otro distribuidor de la marca coreana.

Arch, que fue distribuidor de Samsung durante cinco años en el país, acudió el 11 de diciembre del año pasado al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) acusando a la surcoreana e imponer su “estrategia comercial y políticas de venta a todos sus distribuidores”. En forma paralela, el Centro de Arbitrajes de la Cámara de Comercio de Santiago revisa la situación.

"Dependencia"

Según Touchsmart, ellos hicieron una inversión inicial “considerable” para habilitar los locales comerciales según las exigencias de todo tipo que hicieron los coreanos. Y que durante años se dedicaron a comprarles y revender sus equipos según el precio y condiciones que ellos le imponían. Pero con el estallido y la pandemia que alejó a la gente de las calles y el comercio,  la cadena se rompió: “la situación contractual era posible única y exclusivamente porque las operaciones eran cuantiosas y permanentes en el tiempo (existía un flujo permanente de miles de millones de pesos en inventario que entraba y salía), pero dicho modelo, que por cierto era insostenible y solo asfixiaba al distribuidor, recién se evidenció la envergadura del daño producido, cuando las crisis se hicieron manifiestas en el país y en el mundo”,  se puede leer en el archivo judicial.

En su relato, Touchsmart sostiene que el modelo generaba una dependencia comercial absoluta.

Samsung consiguió la retención de fondos en bancos y redes de pago por hasta $5.506.621.979  además de todo el inventario de la firma, que consideraba 30.237 equipos por valor de $825 millones. También consiguió el bloqueo de $ 432 millones que debía la empresa relacionada a Prieto, Marley Retail y la prohibición de vender dos propiedades en Providencia.

Según Samsung estas medidas solo suman $1.100 millones de los $ 5.506 millones o US$ 7,5 millones que les deben.

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